Un grupo de talibanes ha ejecutado a un niño de siete años en el sur de Afganistán, acusado de espiar para el gobierno, según han informado fuentes del gobierno provincial de Helmand.
El niño fue capturado el martes por los insurgentes en el distrito de Sangin, en la provincia meridional de Helmand, según Daoud Ahmid, portavoz del gobernador provincial.
El niño fue juzgado por los captores y encontrado culpable de trabajar para el gobierno afgano. La pena fue colgarle en público en el pueblo de Heratiyan. El presidente, Hamid Karzai, ha condenado la muerte como “un crimen contra la humnidad” y ha indicado que se está investigando.
“No creo que haya un crimen mayor que éste que han cometido las más inhumanas fuerzas sobre la tierra”, ha indicado. “Un niño de siete año no puede ser un espía. Un niño de siete años no puede ser otra cosa que un niño de siete años y, por lo tanto, colgarle o disparle es asesinar a un niño de siete años y es un crimen contra la humanidad”.
La mayoría de las zonas del distrito donde se cometió el crimen están controladas por los talibanes, mientras que las tropas afganas e internacionales sólo están presentes en el centro. Los grupos talibanes aún no han hecho declaración alguna sobre el suceso.
Desde que los talibanes perdieran el poder a finales de 2001, decenas de personas han sido acusadas de espionaje y asesinadas, pero ésta es la primera vez que los talibanes ejecutan a un niño.
El sur de Afganistán es la zona de mayor actividad de la insurgencia talibán. Se trata también del lugar donde las tropas estadounidenses y de la OTAN llevan a cabo una importante ofensiva de este año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario